martes, 12 de mayo de 2009

Indio Guaicaipuro

CORTE INDIA VENEZOLANA
*CACIQUE GUAICAIPURO *
Nacido en Caracas en 1530 y guerrero de confianza del gran Cacique Catuche, asume el cacicazgo a los 20 años de edad, cuando este cacique muere. Guaicaipuro gobernaba a los Caracas y los Teques, ejerciendo directo control sobre los seis caseríos que circundaban su cuartel general en Suruapo. En 1560 el Gobernador Pablo Collado nombra a Juan Rodríguez Suárez, Teniente General de la Provincia de Caracas y le ordena pacificar a Guaicaipuro. Rodríguez se alía con el mestizo Francisco Fajardo y vence al Cacique de los Teques en las batallas de San Pedro y La Quebrada. Fajardo intenta fundar un caserío en lo que hoy es Catia. Sin embargo, ante un ataque ordenado por Guaicaipuro y ejecutado por Paramaconi, el recién fundado caserío (1560) es arrasado. El año siguiente, en 1561, Juan Rodríguez Suárez refunda el caserío con el nombre de Villa de San Francisco, pero corre la misma suerte que el anterior. En enero de 1562, Guaicaipuro y Terepaima enfrentan y matan al Capitán Luis de Narváez. Guaicaipuro convoca entonces a una alianza estratégica de todos los caciques de la región, aceptan el pacto los jefes Baruta, Naiguatá, Chacao, Aramaipuro, Guaicamacuto, Paramaconi, Terepaima y Chicuramay. Durante años esta alianza se mostró triunfadora, pero Guaicaipuro perdió su oportunidad en Maracapana, en 1568, batalla clave en la que participaron todas las tribus aliadas. Derrotados por el ejército conquistador en forma contundente, la coalición se disuelve y los jefes regresan a sus tierras. Guaicaipuro se refugió en Suruapo. Ese mismo año ataca a Diego de Losada, esté ordena al Alcalde Francisco Infante que ataque a Guaicaipuro en el propio sitio de Suruapo, Infante buscó indios pacificados y fieles a España que conocían el modo de llegar a la vivienda del cacique. En Suruapo penetraron hacia el caney del jefe indio, Guaicaipuro tomó la espada y dio muerte a los que lo atacaron. Se guareció luego en su choza, pero los españoles le prendieron fuego y conminado a rendirse el cacique no aceptó y prefirió morir atrapado por las llamas Caciques de VenezuelaLas tribus indígenas, sostuvieron una tenaz lucha contra el invasor español, donde el conocimiento de materiales bélicos de la época jugo papel importante en el exterminio de los grupos aborígenes.Los caribes, al igual que otras tribus, mostraron una resistencia implacable contra quienes buscaban someterlos en su propia tierra. Los caballos, perros amaestrados, arcabuces, fuerte vestidura y una gran experiencia en el arte de la guerra no lograron extinguir el grito de libertad que retumbaba en las montañas venezolanas, con flechas y lanzas combatieron con tenacidad regando los campos de batalla con su sangre americana. Esta lucha encarnizada duró varios años de enfrentamientos; hubo episodios de heroísmo, destacando el ímpetu y gallardía de valientes caciques como: Guaicaipuro, Baruta, Chacao, Tamanaco, entre otros.
ARAMAIPURO
Este cacique fue uno de los jefes de los temibles mariches. Formó parte de la coalición de caciques que se enfrentó a Losada en Maracapana. Bajo su mando actuaron los caciques Chacao y Baruta, y como una especie de jefe de estado mayor participó el cacique Aricabuto. Según Oviedo y Baños, Aramaipuro se presentó con un ejército integrado por tres mil flecheros. Fue la más grande concentración indígena en un batalla concebida para destruir al invasor. La estrategia fue tan bien planeada que Diego de Losada sólo se enteró del peligro cuando ya la mayor parte de las tribus se había reunido.Aramaipuro y sus hombres esperaron a Guaicaipuro, pero al no llegar éste tomaron la decisión de retirarse sin presentar batalla. Sólo Tiuna y sus bravos se quedaron, pelearon y murieron.Aramaipuro siguió peleando muchos años y ya viejo se retiró con sus hombres hacia la costa oriental, en donde se enfrentó a Sir Walter Raleigh, que en 1595 asaltó Cumaná, donde murió. Los piratas atraparon a su hija Urimare que fue destinada como trofeo de guerra para Raleigh, pero la agilidad y coraje de la muchacha la ayudaron a fugarse del bergantín inglés, ganando a nado la costa, pero al llegar a la playa los españoles la hicieron prisionera. Varios meses estuvo Urimare esclavizada por los íberos, hasta que un día, ante el intento de violación de uno de los soldados, Urimare lo hiere mortalmente y huye. Llega a las tierras de Guaicamacuto. El viejo cacique la hace su hija adoptiva. Cuenta la leyenda que Urimare, la hija del gran Aramaipuro, consiguió que la tribu de su padre la obedeciera y se convirtió en la primera mujer en gobernar en este territorio. Al principio, combatió a los españoles, pero aconsejada por su padre adoptivo decide hacer la paz.
ARICHUN
Arichuna pertenecía a la tribu de los jiraharas, ubicando su radio de acción en la región de lo que hoy es Lara y parte de Yaracuy. Se formó bajo las órdenes del cacique Queipa y a la muerte de éste, fue seleccionado para dirigir la tribu con el rango de cacique. Luchó al mismo tiempo contra los españoles y contra otra tribu enemiga dirigida por el cacique Guaratarí.Fue el primer cacique que tuvo que ver con la Santa Inquisición, debido a su amistad con Juan Fernández, de origen morisco-portugués, quien fue acusado de herejía por el Tribunal Inquisidor y condenado a muerte. Arichuna, que había aceptado la paz, y que se dedicaba al comercio de especias con los españoles, no pudo creer que aquel hombre, de buenos sentimientos pudiera ser un hereje. Trata de interceder en su favor. El Gobernador Juan de Leiva no quiso tomar cartas en el asunto y Arichuna decide salvarle la vida a su amigo, ataca la prisión, en Valencia, y logra liberar a Juan Fernández. Este hecho ocurrió a finales de 1556. Pasado cierto tiempo, obtuvo el perdón, pero su agradecimiento por Arichuna fue tal que jamás abandonó la tribu. Arichuna vivió muchos años comerciando con los españoles y éstos lo tuvieron siempre en alta estima.
BARUTA
Hijo de Guaicaipuro y de Urquía, Baruta recibe de manos de su madre el penacho con plumas rojas, que había usado su padre, al tiempo que le decía: "Sean estas plumas rojas el símbolo de la sangre de tu padre y de tu pueblo derramadas por el invasor que viene a arrebatarnos nuestra tierra. Defiéndelas con honor."Baruta no solo atacaba al enemigo, sino que con frecuencia establecía pactos y alianzas con otras tribus rebeldes y obtenía grandes victorias. Sin embargo, en un enfrentamiento contra los españoles es hecho prisionero y conducido ante Garci González de Silva, que para ese momento era el Regidor del Cabildo, y le explica el plan que tiene España para desarrollar la zona y darle mayor bienestar a sus pobladores. Le ofrece la libertad a cambio de la firma de un tratado de paz aceptado por el cacique.Baruta fue un gran jefe en la paz, gozó de la máxima consideración de los españoles, respetaron su autoridad y sus tradiciones, cooperaron con él, enseñándole nuevas técnicas ganaderas y de cultivos. Al morir Baruta fue enterrado con su rito. Más tarde, en 1620, el Gobernador Francisco de La Hoz Berríos, constituyó en su honor, en el sitio donde vivió el cacique, una parroquia con el nombre de San Francisco de Paula de Baruta.
CATIA
El cacique Catia ejercía su mando en el territorio ubicado desde la fila que ocupaban los mariches, siguiendo toda la serranía que circunda a Caracas, hasta el litoral. Le gustaba enseñar a los jóvenes guerreros y entre sus alumnos estaba el inmortal cacique Tiuna. Supo ganarse la amistad de numerosos caciques y jefes de tribus. Fueron sus aliados, entre otros, Guaicaipuro, Mamacuri, Guaicamacuto, Naiguatá, Chacao, Baruta y Prepocunate, con cuya colaboración obtuvo significativas victorias. Derrotó a las huestes de Garci González en el valle de Los Guayabos. Era gran estratega, fue piache, con grandes conocimientos de hechicería, magia y artes curativas.Cuando murió Guaicaipuro, quiso recomenzar sus proyectos para enfrentar al enemigo y se entrevistó con sus caciques amigos, pero cansados de combatir, desmoralizados por la muerte de Guaicaipuro y después de la batalla de Maracapana, ninguno de ellos quiso volver a los enfrentamientos aborígenes. Muere en Los Teques, en 1568, luchando contra las tropas de Diego de Losada.
CAYAURIMA
Cacique Cumanagoto de formidables atributos para la lucha, logró que numerosas tribus vecinas e incluso lejanas se unieran a la suya en la contienda a muerte contra el invasor. En 1520, hace frente a los españoles asentados en Nueva Andalucía, hoy Cumaná. En una de esas batallas dan muerte al gobernador, capitán Diego Fernández de Zerpa, primer mandatario español en esa población.Cayaurima se caracterizó por su cojera, producto de una estocada de lanza recibida en combate. Cae muerto en una celada que los españoles le tendieron, cuando merodeaba un campamento castellano.
CHACAO
Chacao, llamado el Hércules americano, de raza caribe, gobernaba justamente en la región caraqueña que hoy lleva su nombre, pero su dominio iba mucho más allá, acercándose a Los Teques. Su aspecto físico era impresionante, era de gran tamaño, tenía audacia y una capacidad muy especial para preparar ataques tipo comando. Su cacicazgo lo ejercía con sentido democrático y no se recuerda ninguna injusticia cometida contra su gente. Era respetuoso de las normas y de las tradiciones que regían a su pueblo, inclinándose fuertemente por la ayuda a los más débiles, especialmente niños y mujeres. Su territorio lo defendió con tesón y empuje. Se alió con Guaicaipuro y participó en la coalición de jefes que durante siete años mantuvieron el control sobre todo el valle de los Caracas y la región montañosa de los indios Teques. En 1567 el indio Chacao se enfrenta a Juan de Gámez, oficial de Diego de Losada, quien lo reduce a prisión. Al saber Losada que el bravo Chacao es su prisionero, decide dialogar con él y recobró su libertad. En 1568 renueva su alianza con Guaicaipuro y con sus hombres acude al sitio de Maracapana, serranía adyacente a Caracas.Conocida su inclinación a ayudar a los débiles, especialmente a los niños y mujeres, se le hace saber que un capitán llamado Catario había secuestrado a dos indiecitos y que los tenía esclavizados, juró rescatarlos y devolverlos sanos y salvos a su familia. Chacao fue a rescatar a los niños, entró con gran destreza al campamento español y los liberó. Los hombres de Chacao observaron que su jefe estaba gravemente herido, fue atendido de inmediato por su piache, pero ya no había nada que hacer, el cacique había perdido mucha sangre. Su muerte causó un profundo dolor en su pueblo.
CHICURAMAY -CAICURIA
Chicuramay fue uno de los veintitrés caciques que fueron condenados a muerte después de la desaparición de Guaicaipuro, por una cruel decisión de la Alcaldía de Caracas, que deseaba alcanzar rápidamente la pacificación del valle. El alcalde los hizo aprisionar, los juzgó sin pruebas y los condenó a muerte. Chicuramay era un cacique muy joven, valiente y amado por su gente, lo que motivó que uno de sus guerreros, el bravo Cuaicurián, se presentara a los jueces, que eran Pedro Ponce de León y Martín Fernández de Antequera y les afirmara que estaban en un error y que el verdadero cacique Chicuramay era él. Sorprendidos los dos funcionarios por la aseveración, procedieron a interrogarlo y quedaron convencidos, ya que Cuaicurián era un joven fuerte con dotes de mando y con conocimientos de las operaciones de su tribu.Cuando Chicuramay recibió la noticia de que estaba en libertad, no imaginó nunca la dolorosa razón que la causaba. Cuaicurián fue torturado por indios mercenarios, al igual que los otros 22 caciques, y al despuntar el alba fue salvajemente asesinado. Era el año 1569. Chicuramay tembló de ira al saber toda la verdad y buscó venganza. Averiguó que el asesino había sido un hombre de apellido Portolés, que trabajaba como asistente de Fernández de Antequera y le quitó la vida.
CONOPIMA
Hombre de confianza de Guaicaipuro, alcanza el cacicazgo después de la muerte de éste. Se cree que fue de origen caribe, procedente de lejanas tierras. Llegó a las proximidades de Los Teques y se radicó en El Peñón. Venció en muchas peleas al lado de Guaicaipuro y una de sus más sonadas victorias fue la de Las Adjuntas.En enfrentamiento con Garci González de Silva, en el sitio de Los Carrizales, en 1572, donde al bravo Sorocaima le es amputada la mano, el cacique Conopaima decide buscar la paz con el invasor y se retira de la lucha. Más tarde se arrepiente de su determinación y vuelve a la lucha contra el enemigo. Una noche, estando con su esposa a orillas del río Macarao los españoles los emboscaron y les dispararon para matarlos. La mujer del cacique resultó herida. Conopaima la tomó en sus brazos y ya en la curiara decidió hundirse con ella para morir juntos, pero no fue necesario, un soldado acabó con la vida del cacique.

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